El queso Camembert es uno de los buques insignia de la gastronomía francesa, además de uno de los quesos más famosos del mundo. Con su corteza enmohecida y su pasta blanda, esta deliciosa delicatessen gala bien merece ser conocida y reconocida por cualquier amante del queso.
A continuación te mostramos su historia, sus características y muchas cosas más.
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Historia y origen del queso Camembert
El Camembert es un queso suave blanco, elaborado con la mejor y más fresca leche de las vacas que pastan por los exuberantes parados de la campiña normanda. El nombre del queso se debe a la pintoresca ciudad de Camembert, donde fue producido por primera vez.
La región normanda había sido famosa por su producción de quesos durante muchos siglos, cuando a finales del siglo XVIII hizo aparición en los mercados locales el queso Camembert.
Cuenta la leyenda que fue el emperador Napoleón III quien dio su nombre al queso, casi un siglo después.
El queso Camembert también sirvió de alimento a los soldados del ejército francés que lucharon durante la Primera Guerra Mundial, aumentando su fama tanto en el interior de las fronteras glas como a nivel internacional.
En la actualidad el queso Camembert posee el reconocimiento AOC, con el nombre Camembert de Normandie.
Descripción del queso Camembert
El queso Camembert presenta un corteza blanca, aterciopelada y esponjosa. Con una estriada superficie que está salpicada por pigmentos naranjas o rojos de mayor o menor intensidad, dependiendo esto de su tiempo de maduración.
Su superficie cubre una pasta de brillante amarillo marfileño, y su interior suele hacerse más y más cremoso a medida que avanza su envejecimiento, aunque generalmente presenta un corazón calizo y desmenuzable, con un blanquecino color tiza y con unos pequeños agujeros.
El aspecto externo del Camembert presenta una gran uniformidad, con una superficie aplanada, unos lados lisos y un talón recto.
Su olor es muy fragante, con una mezcla de dulce de hongos, leche caliente y esencia terrosa, mientras que su textura es goteante y muy suave.
Pero si algo tiene de sorprendente el queso Camembert, y principal razón de su fama universal, es un sabor sugerente y variante, que varía de mantecoso o lechoso a salado y picante.
Características del queso Camembert
El Camembert es un queso blando con una florida corteza elaborada con leche desnatada de la raza de vaca autóctona de Normandía, la cual pasta por los campos durante más de la mitad del año.
Su corteza esta recubierta por el hongo blanco Penicilliunm Camamberti, que resulta del proceso de maduración producido desde su exterior hasta su interior.
El queso Camembert artesanal se moldea a mano con cucharón es salado mediante unas técnicas especiales. Esta versión únicamente puede ser comercializada cuando el queso ha madurado completamente, y nunca se ha de cortar en porciones.
Existen otros quesos Camembert más allá de los que están protegidos por la propia AOC, destacando entre ellos el queso Camembert Le Châtelain.
Elaboración del queso Camembert
Los moldes con la leche de vaca se drenan durante unas 12 horas, calentándose a 89 grados Fahrenhait o a 32 grados Celsius. Posteriormente han de añadirse ácidos lácticos para que se forme una perfecta coagulación. Una vez cuajado son separados de forma parcial y se colocan en moldes donde son drenados durante 5 horas.
Con posterioridad, las formas son llevadas a la sala de secado, donde son mantenidas a una temperatura de entre 12 y 17 grados Celsius.
Después se añaden los hongos Penicillium y la sal, lo que ayudará a la creación de la forma de corteza blanca característica. Esta parte del proceso ocupa unas dos semanas, pasando luego al cuarto de maduración, donde debe permanecer 21 días. Es en este periodo de tiempo donde el queso perderá su humedad.
El proceso de maduración del queso sigue en la bodega, donde el queso fermenta por sus 2 lados.
Propiedades del queso Camembert
Por cada 100 g de de queso Camembert hay aproximadamente unas 300 calorías, siendo uno de los quesos más calóricos del mercado, 51% de agua. 22,3 gramos de agua, 0,1 de carbohidratos y 21 g de proteínas.
Entre sus minerales se encuentra el sodio, flúor, yodo, potasio, selenio, fósforo, calcio, zinc y cloro.
Es mu rico en vitaminas K, E, D, A, B12, B3 (niacina), B2 (riboflavina), B8 (biotina)m B6 (piridoxina) y ácido fólico.
Las proteínas del queso Camembert poseen un valor biológico muy alto, siendo muy saludables para el organismo, especialmente para la piel los cartílagos, la sangre y los músculos.
Su alto contenido en calcio ayuda a fortalecer los huesos, previniendo posibles fisuras o fracturas, así como a combatir la osteoporosis.
El fósforo es muy bueno para la memoria, mientras que el yodo y el ácido fólico lo hace especialmente aconsejable para mujeres embarazadas.
El queso Camembert en la cocina y en la mesa
El Camembert es ideal como ingrediente de quiches, soufllés y salsas cremosas. Es muy común servirlo en tostadas y también puede colocarse en el horno directamente con aceite de oliva y hierbas.
En cuanto a su maridaje, le va muy bien a vinos tintos afrutados y ligeros, aunque puede degustarse perfectamente con otras bebidas alcohólicas como la cerveza y la sidra.