De entre todos los tipos de queso de origen danés, sin duda, el más reconocido y consumido fuera de Dinamarca es el popular queso Havarti. Tanto es así, que este tipo de queso se ha estado imitando y produciendo fuera de su país de origen, sobre todo en España y Alemania, durante muchos años, comercializándolo con el término de queso Havarti.
Los productores daneses, han luchado durante años para que se reconociera el origen y la singularidad de su queso y finalmente han conseguido el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP), por lo que, desde el año 2020, solo los quesos que lleven este sello podrán llevar el nombre de queso Havarti en su etiqueta, lo que sin duda es una ventaja para los consumidores, ya que garantiza la autenticidad del origen de este popular queso.
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Origen del queso Havarti
El origen del queso Havarti se remonta al año 1852, cuando Hanne Nielsen, una despierta granjera danesa, se dedicó a viajar por gran parte de Europa para formarse en la elaboración de quesos. Después de visitar queserías por Francia, Suiza, Suecia y Noruega, regresó a su granja, llamada Havarthigaard, al norte de Copenhague y empezó a elaborar mantequilla y a desarrollar varios tipos de queso, entre ellos el queso Havarti que llamó así en honor a su granja.
Sus quesos y su mantequilla alcanzaron una fama tan grande que llegó a ser la proveedora oficial de la realeza danesa e incluso abrió una escuela en su granja, donde enseñó a cientos de aprendices a elaborar productos lácteos.

Elaboración del queso Havarti
La elaboración del queso Havarti consiste, como en la mayoría de los quesos, en obtener la cuajada a partir de añadir cuajo a la leche, en este caso de vaca. La particularidad del queso Havarti, es que después de separar la cuajada del suero y antes de ponerla en los moldes para darle forma al queso, esta se lava varias veces, lo que le da su suave y característico sabor.
En las queserías artesanales danesas, el queso Havarti se elabora con leche cruda de vaca, por el contrario, la elaboración industrial de este queso es a partir de leche pasteurizada. Una vez obtenida y lavada la cuajada, se mete en moldes rectangulares, que le dan su forma de queso en barra, y se prensan. El siguiente paso es salarlos introduciéndolos en salmuera. Una vez alcanzado el punto de sal ideal se llevan a las cámaras de maduración donde permanecen un mínimo de 5 semanas.
Características del queso Havarti
El Havarti suele tener forma de bloque rectangular para poder consumirlo en lonchas. Normalmente no tiene corteza o es insignificante y el peso de las piezas enteras oscila entre los 2 y 4 kilos.
Su textura es semidura y tiene pequeños ojos distribuidos por todo el queso que nunca son mayores que un grano de arroz. Su color es de un tono amarillo muy suave.
El sabor del queso Havarti es suave y mantecoso, recuerda un poco el sabor de los quesos suizos. Cuando el queso es muy joven su sabor tiene un punto ácido, mientras que en los más maduros se va intensificando y tiende a estar algo más salado.
Existen diferentes variedades de queso Havarti en el mercado que se diferencian por su sabor, son variedades a las que en el momento de la elaboración del queso le añaden diferentes ingredientes, siendo los más habituales el arándano rojo, el eneldo o las semillas de alcaravea que le dan un sabor anisado.
Cómo comer y maridar el queso Havarti
Por su suave sabor y su cremosidad, es un tipo de queso muy versátil. Aunque la forma más conocida de tomarlo es en el clásico sándwich mixto, por la facilidad con que funde, es perfecto en otras muchas recetas como lasañas, quesadillas, pizzas o como relleno, junto al jamón, de los flamenquines.
Combina también muy bien en ensaladas de todo tipo, verdes, de pasta, de tomate e incluso como acompañamiento de unas verduras a la plancha.
Maridar el Havarti con un Riesling es una apuesta segura, pero también combina de maravilla con cualquier vino blanco ligero y aromático como un Chardonnay o un Albariño. Pero, para los que prefieren el tinto, uno ligero y afrutado como el Beaujolais o el Merlot sin madera casará a la perfección con la suavidad de este queso.
Propiedades nutricionales del queso Havarti
Como la mayoría de los quesos, el Havarti está repleto de minerales, vitaminas y proteínas altamente beneficiosas para nuestro organismo. Además, es un alimento que se digiere con facilidad por lo que su consumo, siempre con moderación, es muy recomendable.
- Cada 100 gramos de Havarti proporcionan unas 420 Kcal, 38 gramos de grasas y 23 gramos de proteínas.
- Su alto valor proteico es muy beneficioso en la recuperación de masa muscular, por lo es muy apropiado en las dietas para deportistas.
- Tiene un gran contenido en calcio, unos 800 mg por cada 100 gramos, lo que unido a su sabor suave y cremoso, lo convierte en un alimento ideal en la dieta de los más pequeños de la casa, ya que incide beneficiosamente en el estado de los huesos y los dientes.
- Además del calcio, contiene minerales como el sodio, fósforo, potasio y en menor cantidad hierro, necesarios para mantener un buen estado de salud en el organismo.
- El queso Havarti es una gran fuente de vitamina A, con una gran función antioxidante y vitamina B12, necesaria para mantener la salud de las neuronas y la sangre.